A uno de mis hijos le encanta la tarta, al otro el crumble, y a ambos les encantan los arándanos y las fresas. Así que esta receta parece tenerlo todo: ¡usa una base de tarta y una cobertura de crumble! Como en España solo encuentro arándanos secos, el mes pasado traje arándanos enlatados de Canadá. También usé fresas congeladas, pero incluso suponiendo que los arándanos estuvieran frescos, ¿encontrarías arándanos y fresas de temporada al mismo tiempo? A pesar de los ingredientes enlatados y congelados, la combinación de arándanos y fresas fue inspiradora.
Foto: Tetera Eva y tazas de té al fondo. Disponible en nuestra tienda online.
Preparar la masa de tarta me parece un desastre, así que suelo hacer trampa y usar una ya preparada, como hice aquí. Esta receta es simplificada y está adaptada de una que encontré en Real Simple (https://bit.ly/2TrVY4k).
INGREDIENTES:
1 masa de tarta redonda prefabricada
1 lata de arándanos (350 ml.)
600 gr. de fresas frescas o congeladas (descongeladas)
1/2 taza de azúcar
1/4 taza de fécula de maíz
1/4 cucharadita de sal
CUBIERTA:
1/2 taza de harina
1/2 taza de avena
1/2 taza de azúcar
1/2 cucharadita de canela molida
1/2 cucharadita de jengibre rallado
pizca de sal
1/4 taza de mantequilla derretida (60 gr.)
Precalentar el horno a 350˚F (180˚C)
Coloque la masa de tarta en un molde para tarta redondo de 23 cm (9 pulgadas) y presione los lados contra el borde.
Mezcle los arándanos, las fresas, el azúcar, la maicena y la sal en un tazón grande y reserve.
En un recipiente aparte, combine los ingredientes de la cobertura hasta formar una pasta desmenuzada.
Vierta la mezcla de bayas en la masa de tarta vacía y, con los dedos, espolvoree la cobertura uniformemente sobre la parte superior.
Hornee en el horno durante 1 hora y media hasta que la corteza y la cobertura estén ligeramente doradas.
Dejar enfriar antes de servir.