Siempre me han gustado estas crepes francesas saladas, pero las probé la semana pasada porque a Max le dieron un antojo. Las Galettes de Sarrasin son un poco diferentes a las crepes dulces. Primero, llevan harina de trigo sarraceno y agua en lugar de harina de trigo y leche. Segundo, son difíciles de voltear sin que se rompan, pero con un poco de práctica o dos sartenes, se puede lograr.
La harina de trigo sarraceno no tiene gluten, lo que imagino que es la razón por la que estos crepes son más frágiles, pero esto es un beneficio adicional para aquellos que son sensibles al gluten.
Ingredientes:
3 tazas de harina de trigo sarraceno (330 gramos)
(en francés, la harina de trigo sarraceno se llama "farine de blé noir" o "harina de trigo negro")
1,5 cucharaditas de sal (10 gramos)
3 tazas más 3 cucharadas de agua fría (75 centilitros)
1 huevo
queso emmental, en lonchas o rallado
jamón en lonchas
Mezclar bien la harina, la sal, el agua y el huevo y dejar enfriar en un bol en el refrigerador durante 1 o 2 horas.
Pon un poco de mantequilla o aceite de cocina en una sartén y caliéntala. Una vez caliente y engrasada la sartén, la primera crepa nunca queda tan perfecta como las siguientes.
Si usas una sartén más pequeña, tendrás que hacer más crepes, pero será más fácil voltearlos. La cantidad de masa dependerá del diámetro de tu sartén. Vierte la suficiente para que se extienda por todos lados sin que quede una capa gruesa. La harina de trigo sarraceno tarda un poco más en cocinarse que la harina de trigo normal. Una vez que la primera cara esté dorada, dale la vuelta al crepe con cuidado. Puedes usar una espátula o voltearlo sobre un plato y luego de vuelta a la sartén.
Coloca primero el queso y luego el jamón sobre la crepa y deja que el queso empiece a derretirse. Luego, dobla los lados para que la crepa quede doblada en tres. Cocina hasta que el queso esté derretido y suave.
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