¡Brrrrr! Últimamente ha hecho tanto frío que necesitaba sopas calientes para aguantar. Hacía mucho que no hacía sopa de tomate, pero es uno de mis clásicos favoritos. Inspirada por los crutones de azafrán de mi reciente receta de sopa de calabaza, los volví a probar con esta sopa de tomate y descubrí que el azafrán combinaba de maravilla con el tomate.
sopa:
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla mediana, cortada en cubitos
sal y pimienta al gusto
2 latas de tomates cortados en cubitos en su jugo
1 cucharadita de tomillo
2 cucharadas de albahaca picada
1 taza de caldo de verduras
1 taza de crema
crutones:
120 mg de hebras de azafrán
1/2 hogaza de pan duro, cortado en cubos
Sofreír la cebolla en aceite de oliva a fuego medio durante unos minutos.
Condimentar con sal y pimienta.
Añade los tomates y las hierbas y cocina durante 10 minutos más.
Añade el caldo de verduras y deja que hierva a fuego lento, luego añade la crema.
Tritura la sopa con una batidora. Agrega un poco más de caldo o crema si es necesario para que la sopa adquiera la consistencia adecuada.
Para los crutones, ponga el azafrán en un tazón pequeño con 50 ml (1 3/4 oz líquidas) de agua tibia y déjelo remojar durante 10 minutos. Sumerja ligeramente los cubos de pan en el agua con azafrán. Caliente una sartén antiadherente seca hasta que esté muy caliente, luego agregue los crutones y cocínelos a fuego medio durante 7-8 minutos hasta que estén crujientes.
Sirva la sopa caliente, en un recipiente bonito, con crutones encima.
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